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sábado, 10 de abril de 2010

TestimonioOsvaldo Zenon Marquez

Hoy como ayer

“Hace 30 años a nosotros nos perseguían por los mismos reclamos que se hace ahora”, Osvaldo Zenón Márquez lo dijo una y otra vez frente al tribunal federal oral Nº 1. “El Cordobés” junto con otros trabajadores fueron quienes a partir de 1973 comenzaron una serie de reclamos que confluyó en la creación del acuerdo 161/75 que tiene como punto fundamental la garantía laboral horaria para los obreros de las plantas pesqueras. Hoy, a más de 30 años, en el puerto marplatense estalla un nuevo conflicto laboral por el mismo reclamo.

Márquez, conocido como “El Cordobés” ingresó a la actividad portuaria en 1974 cuando comenzó a trabajar en la planta MIA -Marítima Integrada de Armadores-, allí conoció a Jorge Agüero, un militante del partido Comunista Revolucionario (PCR) que era constantemente acosado por la burocracia sindical de aquella época que defendía los intereses de los empresarios más que los derechos de los obreros.

En un relato cargado de emoción por el recuerdo de los compañeros desaparecidos, Márquez describió la atmósfera político social en los años previos al golpe de Estado de 1976. La garantía horaria para los obreros de la plantas de pescado y la preservación del recurso eran los puntos sobresalientes a discutir. Allí los delegados de plantas, militantes de izquierda y del Peronismo de Base comenzaron un reclamo constante para revertir la situación de explotación que a la que estaban sometidos los obreros.

“El Cordobés” recordó ayer que en su casa del barrio San Martín se hacían las reuniones con los compañeros. Muchos de ellos hoy están desaparecidos.

Según Márquez, la persecución de los años previos a marzo del 76 le abrió paso a las detenciones y desapariciones tras el golpe de Estado.

Una de esas víctimas fue Luis Ángel Verón, “Anteojito. Verón militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y a mediados de abril en una de las reuniones le dijo a su amigo, el “Cordobés” que necesitaba esconderse porque lo estaban buscando. Al día siguiente, Márquez lo llevó junto a su compañera, Susana Vitale, a un campo en Lobería donde podía esconderse sin riesgos. Después de un par de meses, Verón decidió irse a La Plata a vivir en un departamento que su suegro tenía en esa ciudad.

El día de la partida, Márquez llevó a su amigo hasta el punto de encuentro con el contacto que lo llevaría hasta La Plata. “Anteojito” lo abrazó y le pidió que si le pasaba algo que cuidara de su hijo se encontraba con sus abuelos. Fue la última vez que se vieron.

El testimonio de un ex detenido en el centro clandestino El Atlético, dijo que el matrimonio Verón-Vitale estuvo allí en 1978.

“El Cordobés” Márquez, hoy 30 años después y al borde del llanto, pide vivir lo suficiente para poder encontrarse con el hijo de su amigo y contarle quien era su padre.