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sábado, 10 de abril de 2010

Testimonio Alejandro Lamtzev

Alejandro Lamtzev siempre varió sus trabajos entre la pesca y la construcción. Entre 1973 y 1975 militó activamente por el reconocimiento de los trabajadores dentro de la industria del pescado. Él como tantos otros reclamaba la garantía horaria y mejores condiciones de trabajo.

Junto a otros compañeros, en 1974 organizaron una multitudinaria marcha con los obreros del puerto para evitar el cierre de la plata Gallote, pasando por encima de las autoridades del SOIP. La concentración se hizo en la plaza del puerto en la calle Ortiz de Zárate. Lamtzev contó, ayer por primera vez en una audiencia por el Juicio por la Verdad, que esa tarde autos con miembros del SOIP y de la burocracia sindical recorrieron la plaza exhibiendo armas y disparando al aire para intimidar.

En 1975, el testigo trabajaba en la planta Dembra y militaba en la Juventud Comunista. En ese año durante una fiesta en las calles 49 y Martí en la que había unos 40 compañeros hubo un gran operativo policial a cargo del comisario Maití. Hombres y mujeres fueron detenidos y trasladados al destacamento Peralta Ramos. Allí los tuvieron sin reconocer la detención ante los familiares por varios días. Al segundo día, Lamtzev fue llamado a declarar y frente a él pusieron varias armas de fuego. El comisario le preguntó si las reconocía y él dijo que no. “Cómo que no, si son suyas”, dijo el comisario. Lamtzev volvió a negar que esas pistolas fueran de él. Nunca firmó la declaración. La causa se llamó Lamtzev y otros. El juez que atendía era González Etcheverry y el fiscal Gustavo Demarchi

Luego de varios días, las mujeres fueron trasladadas a la comisaría cuarta y los hombres a la primera. De a poco todos los detenidos de esa noche fueron puestos en libertad. Lamtzev fue uno de los últimos; lo largaron 25 días después.

Para el 24 de marzo de 1976, Lamtzev trabajaba en la construcción, en la empresa Marplatense de la Construcción. Allí en una obra ubicada en España y Alberti fue designado delegado de obra y comenzaron los enfrentamientos con la conducción de la UOCRA encabezada por César Maglione quien al poco tiempo fue designado por las autoridades militares como secretario general a nivel nacional del gremio. Los sindicalistas instaron a los delegados y obreros a apoyar la nueva función de Maglione. Al poco tiempo en el hall de la sede de la UOCRA se podía ver una placa que rezaba que el gremio había colaborado en la lucha contra la subversión. Lo cual implicaba que la conducción gremial “marcaba” y delataba trabajadores ante el poder militar. Durante el 76 y 77, Lamtzev recordó que desaparecieron varios compañeros de él en la obra, entre ellos Miguel Cidi de la Juventud de Trabajadores Peronistas (JTP) y Germán Rodríguez del Partido Socialista de los Trabajadores (PST).

A partir de 1978, Lamtzev volvió a trabajar en el puerto. Esta vez en la planta Yagan Pesquera. Con la desaparición del obrero Julio Manza se creó una comisión de reclamo y se juntaron firmas. “Había mucho miedo en los compañeros y nos costó un montón que la gente firmara. Muchos no firmaron”, relató el testigo.

En 1979 durante unas jornadas de trabajo a reglamento en reclamo de un aumento salarial, Lamtzev cayó preso otra vez. Fue un sábado al mediodía recién había llegado de trabajar y mientras almorzaba cuatro hombres de civil entraron en la casa y se lo llevaron. “Hay una denuncia en tu contra”, fue todo lo que le dijeron. Lo llevaron a la comisaría primera y lo metieron en la cabina del vigilador. Arriba del techo. Allí esposado a una banderola estuvo toda la noche en puntas de pie.

Al otro día lo llevaron a declarar. Al igual que la primera vez pusieron toda la “evidencia” sobre una mesa. Esta vez no eran armas si no material de lectura que sus captores decían que era material de propaganda. Una vez más se negó a firmar la declaración. A los 20 días lo liberaron.

Durante los años siguientes y hasta el fin de la dictadura fue acosado constantemente por las fuerzas de seguridad. Casi todos los días, cada vez que llegaba a la planta pesquera donde trabajara, le decían que Prefectura lo andaba buscando.

Consultado sobre “los desaparecidos del puerto” recordó que en la planta Filcon Diez hubo al menos un desaparecido en 1982 y que en la planta San Andrés, cuyo directorio estaba integrado por el comisario de la policía federal Scaraviu, desapareció el matrimonio Lombardo y “periscopio” Olave.

Antes de retirase del estrado, Lamtzev pidió decir una última cosa. Se refirió al “sacrificio de sangre” que se hizo en aquellos años para poder lograr condiciones de trabajos dignas en el puerto. “30 años después –continuó- cuando vemos los coches sin patente, los miembros de los servicios infiltrados en las marchas de los trabajadores, los obreros baleados y el puerto militarizado, nos preguntamos si tenemos que pagar con más sangre”. Alejandro Lamtzev entregó una documentación al tribunal y se retiró.

CJVJM Comisión por los Juicios VERDAD JUSTICIA y MEMORIA - Mar del Plata