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sábado, 10 de abril de 2010

Testimonio Jose Maria Musmeci

Lunes 29 de Octubre de 2001

Juicio por la Verdad, Mar del Plata.

En el Tribunal Oral de esta ciudad prestaron declaración testimonial los ex detenidos José María Musmeci y Jorge Pablovsky.


Informe de la Secretaría de DDHH de A.D.U.M.
y la Comisión del Juicio por la Verdad de Mar del Plata

Declaración testimonial del Sr. José María Musmeci

Inició el relato el Sr. José María Musmeci, quien previamente al golpe de estado del 24 de marzo de 1976 se desempeñaba como agente marítimo en el Puerto de Mar del Plata. El 25 de marzo de ese año su casa fue allanada por fuerzas militares no identificadas. En ese momento él no se encontraba presente, por lo que después de deambular varios días sin saber que hacer decidió entregarse a la Prefectura. Motivó tal decisión el temor de que, tal como había ocurrido con la familia Baez, su familia fuera víctima de una represalia al no encontrarlo a él.

Fue a la Prefectura acompañado por su padre y un líder de la Cooperativa de Pesca local, quedando constancia escrita de este episodio. Inmediatamente fue llevado a una celda en la que permaneció durante varios días. Ahí se encontró con otros detenidos: Pablovsky, Molina, Battaglia y Lencinas.

El trato en Prefectura fue muy distinto según las personas que los tuviesen a su cargo. Recuerda al oficial Silva, ideólogo y encargado de Inteligencia así como a un suboficial de apellido Benítez quien le dio una gran paliza por un tema menor.

En varias oportunidades lo trasladaron a la Base Naval hasta que en mayo lo trasladan definitivamente. Fue alojado en lo que él supone aulas dada la presencia de pupitres. Ahí fueron sometidos a juegos macabros: las 10 ó 15 personas con las que compartía el cautiverio eran atadas entre sí con una única soga. Los hacían caminar y dar vueltas hasta que se asfixiaban al enredarse esta soga.

En la Base pasó por dos etapas: una encapuchado y otra sin capucha. En los interrogatorios le preguntaban por personas que él desconocía y le mostraban fotos que habían sustraído de su domicilio durante el allanamiento. Entre las fotos estaba la de una amiga suya, Nora Vacca, quien se encuentra desaparecida. En ese momento también había mujeres detenidas.

Cuando le sacaron la capucha, en junio aproximadamente, fue llevado a una zona de celdas ubicadas en las cercanías de la sala de radio. Había 3 calabozos muy pequeños en los que se encontraban Pablovsky y Lerner. Posteriormente llegó el sindicalista Celentano. De esa etapa recuerda al Capitán de navío Eguía, con quien discutían mucho y al odontólogo Hoffman, que tuvo un trato muy humanitario hacia su persona. Al poco tiempo Hoffman pidió la baja en la Marina. Estando en la Base su familia lo visitó una vez llevándole ropa.

En el mes de septiembre fue trasladado desde la Base Naval al aeropuerto de Camet, encontrándose con personas que habían estado detenidas en otras dependencias militares: Félix Gutierrez, Abdul Saravia, Mario Cámara, gente de Necochea y de Miramar. Fueron subidos a un avión encadenados y en el vuelo abrieron la portezuela amenazando con tirarlos. Finalmente llegaron a La Plata y fueron llevados a la Unidad Penitenciaria 9. Si bien el trato era duro –requisas y castigos permanentes- a él le pareció un infierno menor con respecto a lo vivido en la Prefectura y la Base.